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miércoles, febrero 18, 2009

IN THE BEGINNIN

Hace muchos años estudiaba en el centro de capacitación de la XEW, en las viejas instalaciones de Ayuntamiento 52 en el centro de la Ciudad de México, Carmen del Hierro de Schmidt, Directora Literaria era encargada de enseñarnos las bases de la producción radiofónica. En la W el principal producto eran las radionovelas y yo comencé ahi mi carrera siendo actor en esos radioteatros. La Sra. del Hierro  hablaba acerca de los ingredientes que debería tener una buena historia. Nos acercaba a las nociones del drama y del carácter de los personajes, de las técnicas de actuación y de la transmisión de las emociones. Nos decía que "la gente felíz no tiene historia" y se refería a que en cada novela era imprescindible que el nudo del argumento se encaminara por las pasiones humanas, las flaquezas del corazón, los errores del alma, los sentimientos, defectos y virtudes  y la misión que cada uno tiene desde el momento de nacer.

Y efectivamente, por algo  las radionovelas de la XEW crearon toda una escuela que durante décadas acompañaron a millones de personas cada día y las hicieron vivir intensamente cuando "veían" en su mente cada pasaje, cada personaje, cada escena que grabábamos en el Estudio 5, a un ladito del Azul y Plata y que se transmitían a diario desde la mañana hasta la noche en la sintonía de los 900 Khz de la banda de AM.

Hablar de la W, me acerca a esta nota, sacada de El Universal:

"Así fue el inicio 
18 de septiembre de 1930. Ese día los periódicos anunciaban: "¡Hoy! Inauguraremos solemnemente (...) a las ocho de la noche en punto, la poderosa estación radiodifusora XEW... Sintonice ud. su aparato en el kilociclo 780". (posteriormente fue cambiada a los 900 kilociclos o Khz).

Las letras grandes, enmarcadas con cuatro siluetas de hombres que sostienen dos antenas de radio y las siglas XEW, distraían la atención de noticias como la estancia en México de la estrella de cine estadounidense Patsy Ruth Miller, proyecciones de películas como El rey del jazz , con Paul Whiteman; El hombre malo y La expiación del Dr. FuManchu .

Es por ello, que las familias mexicanas se congregaban alrededor del aparato radiofónico para escuchar las grandes producciones que ha diario se transmitían por la estación, primera con cobertura nacional.

Y estas fueron las primeras palabras que se dijeron al aire, en voz de Leopoldo de Samaniego, ese día a las 20 horas: "¡Amigos!, ésta es la XEW, la Voz de la América Latina desde México".

Emilio Azcárraga Vidaurreta estaba feliz de haberse convertido en padre, 12 días antes del estreno de la XEW, de su primogénito y heredero Emilio Azcárraga Milmo, y de haber creado esta empresa que se inició en la planta alta del Cine Olimpia y que a 75 años de vida, sigue en pie y más fuerte que nunca.

Todo un ritual 

Debido a su rápido desarrollo, en 1932 la XEW tuvo un nuevo hogar: la calle de Ayuntamiento 52, en el centro de la ciudad.

"En cada rincón de los pasillos se veía pasar a artistas, músicos, personal que corría de un lado a otro minutos antes de que iniciará la transmisión, pero ninguno olvidaba persignarse frente a la Virgen de Guadalupe", recordó Juan Pablo O`Farril, operador de Televisa Radio desde hace 50 años.

Los aplausos iniciaron y ahí estaba la delgada figura de Agustín Lara, quien al acariciar las teclas de su piano hacía suspirar a cientos de fanáticas que lograban entrar al Estudio Azul y Plata de la XEW.

Ahora ese estudio, que a su entrada tiene una placa dorada con el nombre Agustín Lara permanece intacto (sólo los asientos fueron remodelados), y también sigue de pie el piano de El Flaco de Oro , con sus teclas amarillentas y sobre el piso azul, observado siempre por 10 banderas que cuelgan en lo alto de lo que fueron algunas vez los camerinos.

"Era todo un espectáculo que tocara Agustín Lara, y también Carmela Rey, quien interpretaba sus temas y a quien un día Lara le preparó una sorpresa: le regaló un carro Thunder hermoso, y dentro de él había 99 rosas y le dijo que ella era la número 100. Sabía conquistar a las mujeres", platicó O`Farril, quien tiene hoy 65 años de edad y empezó a laborar en la XEW a los 15 años.

Casa de las estrellas 

Pero no sólo Agustín Lara se presentaba ahí, también lo hicieron Pedro Infante, Jorge Negrete, Pedro Vargas, José Alfredo Jiménez, Amparo Montes y cientos de cantantes por quienes se hacían tumultos afuera de la estación, lo cual beneficiaba al restaurante "La Esperanza", ubicado justo enfrente, porque nunca le faltaba clientela.

"Fue una época hermosa, en la que los mismos artistas se sentían a gusto y hasta confidencias nos hacían. Por ejemplo, José Alfredo Jiménez era muy bohemio y carismático y sufría por las mujeres que tenía, y decía que lo querían sólo por su fama".

A un costado del Estudio Azul y Plata está el Verde y Oro, que también atrapó las voces de cientos de cantantes, aunque en ocasiones quedaba perfumado con la fragancia de los artistas invitados, en especial recuerda O`Farril "la loción de un músico cubano llamado Consejo Valiente", quien fue el creador de la primera danzonera en América Latina llamada Acerina.

Todos los días era una fiesta estar dentro de la XEW, pero se convertía en gala cuando la estación festejaba su aniversario, "porque todos íbamos de traje, a las secretarías les regalaban una orquídea, había meseros con charolas de canapés y vino por todo el lugar. Eso era realmente hermoso, aunque eso ya no existe", recuerda con cierta nostalgia O`Farril."

Hablar de todo esto, más que hacer remembranzas, es hacer sentir que lo que se hace en PUNCH!! FM es el intento de rescatar lo bueno de aquel modo de hacer radio. Sobre todo en lo que a las primeras FM respecta. He querido mencionarlo para las nuevas generaciones que vienen, se acercan a este portal y se encuentran con un formato que no se parece mucho a lo que escuchan actualmente. Los saludo y les invito como siempre a escuchar el material que tenemos en los diferentes canales. Viene más material nuevo que está hoy en proceso de producción y una que otra sorpresita que estoy cocinandoles.

..pero eso, será otra historia.

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