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Las letras grandes, enmarcadas con cuatro siluetas de hombres que sostienen dos antenas de radio y las siglas XEW, distraían la atención de noticias como la estancia en México de la estrella de cine estadounidense Patsy Ruth Miller, proyecciones de películas como El rey del jazz , con Paul Whiteman; El hombre malo y La expiación del Dr. FuManchu .
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Es por ello, que las familias mexicanas se congregaban alrededor del aparato radiofónico para escuchar las grandes producciones que ha diario se transmitían por la estación, primera con cobertura nacional.
Y estas fueron las primeras palabras que se dijeron al aire, en voz de Leopoldo de Samaniego, ese día a las 20 horas: "¡Amigos!, ésta es la XEW, la Voz de la América Latina desde México".
Emilio Azcárraga Vidaurreta estaba feliz de haberse convertido en padre, 12 días antes del estreno de la XEW, de su primogénito y heredero Emilio Azcárraga Milmo, y de haber creado esta empresa que se inició en la planta alta del Cine Olimpia y que a 75 años de vida, sigue en pie y más fuerte que nunca.
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"En cada rincón de los pasillos se veía pasar a artistas, músicos, personal que corría de un lado a otro minutos antes de que iniciará la transmisión, pero ninguno olvidaba persignarse frente a la Virgen de Guadalupe", recordó Juan Pablo O`Farril, operador de Televisa Radio desde hace 50 años.
Los aplausos iniciaron y ahí estaba la delgada figura de Agustín Lara, quien al acariciar las teclas de su piano hacía suspirar a cientos de fanáticas que lograban entrar al Estudio Azul y Plata de la XEW.
Ahora ese estudio, que a su entrada tiene una placa dorada con el nombre Agustín Lara permanece intacto (sólo los asientos fueron remodelados), y también sigue de pie el piano de El Flaco de Oro , con sus teclas amarillentas y sobre el piso azul, observado siempre por 10 banderas que cuelgan en lo alto de lo que fueron algunas vez los camerinos.
"Era todo un espectáculo que tocara Agustín Lara, y también Carmela Rey, quien interpretaba sus temas y a quien un día Lara le preparó una sorpresa: le regaló un carro Thunder hermoso, y dentro de él había 99 rosas y le dijo que ella era la número 100. Sabía conquistar a las mujeres", platicó O`Farril, quien tiene hoy 65 años de edad y empezó a laborar en la XEW a los 15 años.
"Fue una época hermosa, en la que los mismos artistas se sentían a gusto y hasta confidencias nos hacían. Por ejemplo, José Alfredo Jiménez era muy bohemio y carismático y sufría por las mujeres que tenía, y decía que lo querían sólo por su fama".
A un costado del Estudio Azul y Plata está el Verde y Oro, que también atrapó las voces de cientos de cantantes, aunque en ocasiones quedaba perfumado con la fragancia de los artistas invitados, en especial recuerda O`Farril "la loción de un músico cubano llamado Consejo Valiente", quien fue el creador de la primera danzonera en América Latina llamada Acerina.
Todos los días era una fiesta estar dentro de la XEW, pero se convertía en gala cuando la estación festejaba su aniversario, "porque todos íbamos de traje, a las secretarías les regalaban una orquídea, había meseros con charolas de canapés y vino por todo el lugar. Eso era realmente hermoso, aunque eso ya no existe", recuerda con cierta nostalgia O`Farril."
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