No se cuántas veces la he visto...quizá decenas y si la veo una vez más hoy en la tarde sería de todas maneras felíz. Groundhog Day también titulada en español como "El día de la marmota" o "Hechizo en el tiempo" es una de esas películas que uno ve no solo porque le guste sino porque cada vez deja una sensación agradable en el cuerpo y en el espíritu. No es solamente la actuación de Bill Murray o la de Andy McDowell o las simplezas de Larry, interpretado por Chris Elliot con su cámara al hombro.
Puede que la canción tema del festival que hizo célebre a Punxsutawney (ni me pregunten cómo se debe pronunciar) nos alegre solo de escucharla al ver a la gente llegando cada mañana en ese hechizo del tiempo a ver a Phil, la marmota encargada de pronosticar la duración del invierno. Pero no. Son muchos los elementos que conforman esta bella pieza de la cinematografía como para solo destacar uno. Sin embargo, casi al final, más allá de la historia, hay un momento que es celebrado por los conocedores.
Me refiero a la escena del baile nocturno, donde una Rita desconcertada mira a un Phil Connors versátil tocando el piano electrónico con una soltura que nadie esperaría de un meteorólogo de tv al que todos conocen como egocéntrico y amargado. Ahi mismo, hay una improvisación a un tema de Paganini (la famosa variación 18) que se convierte en una bella pieza de jazz que hasta a nosotros nos deja sorprendidos.
Esta es precisamente la idea en este posteo. Disfrutar de esa escena desde su inicio y paladear esa interpretación que en realidad es tocada por Terry Fryer, pero el montaje es tan bueno que uno se la cree en verdad a Bill Murray.
En fin, no mas explicaciones, solo disfrutenla, que para eso es.
Un abrazo!
Troy
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